La muerte del pequeño Enrico, de apenas tres meses de edad, víctima de una meningitis bacteriana, conmovió a la ciudad de Armazém, Santa Catarina, Brasil, el pasado viernes (25).
El bebé luchó durante días en la UCI Neonatal, pero no sobrevivió a las complicaciones de la enfermedad.
Enrico nació el 23 de enero de 2025 y era hijo de Maurício Arent y Joice Serafim Moraes. El nacimiento, realizado de forma apresurada luego de que pruebas de rutina indicaran complicaciones del síndrome de Hellp, fue exitoso y el niño vino al mundo sano y fuerte.
El desarrollo del pequeño Enrico continuó con normalidad. El 17 de abril sus padres lo llevaron a una cita de rutina con el pediatra, quien detectó algo de secreción nasal y recomendó solo enjuagues. En ese momento, sus pulmones estaban limpios y mostraba un excelente crecimiento y desarrollo.
Sin embargo, el domingo de Pascua, el día 20, Enrico empezó a mostrar irritabilidad y síntomas parecidos a los de un resfriado.
En los días siguientes aparecieron episodios de fiebre, inicialmente controlados. La fiebre se intensificó, lo que llevó a sus padres a buscar una evaluación médica más exhaustiva. Tras las pruebas se descartaron infecciones pulmonares, covid-19 y H1N1, y la orientación fue monitorear el caso en casa.
El dolor del bebé empeoró. El bebé fue trasladado al hospital, donde pruebas adicionales detectaron una posible infección leve del tracto urinario. Enrico fue hospitalizado y comenzó el tratamiento con antibióticos.
Sin embargo, su estado seguía siendo preocupante. Cuando fue trasladado a la UCI Neonatal, los médicos sospecharon meningitis, lo que se confirmó tras las pruebas.
A pesar de todos los esfuerzos médicos, con aplicación inmediata de antibióticos, procedimientos intensivos, transfusiones y apoyo en UCI, Enrico sufrió sucesivos paros cardíacos y falleció a las 16.30 horas del viernes 25.
Durante su hospitalización, se formaron numerosas cadenas de oración en Armazém y ciudades vecinas, en un gesto de solidaridad y fe. El pequeño Enrico fue bautizado en la UCI, en una ceremonia especial permitida por el hospital.
“Nuestro bebé se ha convertido en un ángel. Siempre que necesiten ayuda o tengan alguna dificultad, pídanle al ángel Enrico; él estará allá arriba intercediendo por nosotros y por todos los que rezaron por él”, declaró la familia con emoción.
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