Una tragedia estremeció a Riohacha, La Guajira, Colombia, la noche del lunes 14 de abril, cuando una menor de apenas 10 años fue asesinada dentro de la vivienda donde debía estar protegida.
La niña se encontraba bajo el cuidado de Erik Mikhail Ternauskij, esposo de su tía, a quien sus padres habían confiado su custodia mientras ellos realizaban un viaje. Sin embargo, lo que debía ser un entorno seguro se convirtió en escenario de un crimen atroz.
Los desesperados gritos de la menor alertaron a los vecinos, quienes de inmediato solicitaron la presencia de las autoridades.
Al llegar al lugar, los agentes de la Policía encontraron a Ternauskij en actitud sospechosa, cambiándose de ropa. El hombre afirmó que se había producido un accidente doméstico y que planeaba trasladar a la niña a un centro médico.
Pese a la intervención policial, la gravedad de las lesiones obligó a trasladar urgentemente a la menor a un centro asistencial. Lamentablemente, a los pocos minutos de su ingreso, los médicos confirmaron su fallecimiento a causa de múltiples heridas provocadas con arma blanca.
Durante el procedimiento, Ternauskij intentó justificar el hecho alegando que la menor se habría autolesionado, versión que fue desmentida de inmediato por las evidencias recolectadas en la escena. El patrón y la cantidad de heridas resultaban incompatibles con un accidente o autoinfligimiento.
El presunto responsable fue capturado en flagrancia y presentado ante la Fiscalía General de la Nación, donde se le imputaron cargos por homicidio agravado. Las autoridades adelantan las investigaciones correspondientes para esclarecer los detalles de este lamentable suceso que ha conmocionado a la comunidad local.



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