| Dajabón, República Dominicana. Con herramientas en mano, y bajo la mirada atenta de militares y civiles, autoridades haitianas colocaron este domingo una nueva puerta de hierro sobre el puente que cruza el río Masacre, marcando un nuevo capítulo en la compleja dinámica de la frontera que une —y divide— a Haití y República Dominicana.
El gobernador del Nordeste haitiano, Dionel Germán, acompañado del vicegobernador Mirbel Charles, lideró la instalación de esta estructura metálica en el lado haitiano del emblemático paso binacional.
Bajo un sol firme y con la vigilancia reforzada en ambos extremos, los trabajos fueron supervisados por una comisión regional que busca reforzar la seguridad en la línea divisoria.
“Esta puerta no es para separar, es para proteger”, enfatizó Germán ante los medios, tratando de disipar tensiones sobre el simbolismo de una barrera justo en el puente más transitado entre ambos pueblos. “Queremos una frontera de paz, donde podamos enfrentar juntos los desafíos que nos golpean por igual”, agregó, en un intento por encauzar el mensaje hacia la cooperación bilateral.
La estructura fue colocada en la parte haitiana del puente sobre el río Masacre, un paso estratégico que cada día es cruzado por cientos de comerciantes, obreros y familias enteras, en lo que representa uno de los ejes económicos más activos del Caribe insular.
La acción fue observada de cerca por residentes de comunidades colindantes, quienes recibieron la medida con una mezcla de incertidumbre y expectativa.
Según informaron los funcionarios haitianos, la nueva puerta fronteriza busca establecer un mayor control sobre los flujos de tránsito y comercio, en un momento en que la región enfrenta presiones crecientes por el contrabando, la migración irregular y los desafíos de seguridad.
Aunque hasta el momento no hay un pronunciamiento oficial de las autoridades dominicanas, se espera que en los próximos días el Ministerio de Relaciones Exteriores, así como la Dirección General de Migración, emitan declaraciones formales sobre esta infraestructura, que marca un giro en la política de vigilancia de parte de Haití.
Desde hoy, la dinámica en este paso fronterizo podría cambiar, ya que, si bien los funcionarios del país vecino aseguran que no afectará la movilidad ni el comercio, los detalles sobre los mecanismos de operación de la puerta aún no han sido revelados.
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