Robert Francis Prevost, recientemente elegido como el nuevo papa

hace 6 horas

Robert Francis Prevost, recientemente elegido como el nuevo papa

Durante 13 años visitó la República Dominicana como parte de misiones agustinianas.

El norteamericano Robert Francis Prevost, recientemente elegido como el nuevo papa de la Iglesia Católica, mantuvo un vínculo cercano con la República Dominicana durante los años en que sirvió como superior de la Orden de San Agustín.

Durante un periodo de 13 años, participó activamente en una jornada misionera agustiniana en la provincia de La Vega. Su presencia fue constante en varias comunidades donde llevó mensajes de fe y esperanza, siendo honrado con la Orden San Agustín, el más alto reconocimiento que otorga dicha institución.

Monseñor Jesús Castro Marte, obispo de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey, confirmó que el nuevo pontífice visitaba con frecuencia el país durante su gestión como superior.

El obispo destacó que Prevost recorrió a pie distintas localidades, entre ellas Palmarito, Barranca, Jamo y Licey. En cada visita, compartía su compromiso con el servicio y la fe cristiana.

Castro Marte lo describió como una persona abierta al diálogo. Añadió que posee “la forma del pensamiento de la posmodernidad. Es un hombre sencillo, humilde con la capacidad de escuchar a los demás”.

Una de sus visitas más memorables ocurrió en el año 2004, cuando acudió al Colegio Agustiniano de La Vega. En esa ocasión, su presencia fue recibida con entusiasmo por toda la comunidad.

En ese encuentro, fue distinguido con la Orden San Agustín. Este reconocimiento es el mayor honor que otorga dicha comunidad educativa y religiosa en la República Dominicana.

En ese momento, Robert Francis Prevost ocupaba el cargo de Prior General de la Orden de San Agustín a nivel mundial. Su labor era reconocida por su cercanía con las personas.

Durante la jornada en el colegio, compartió momentos con estudiantes, docentes y miembros de la comunidad religiosa. Fue una experiencia que marcó profundamente a quienes participaron.

Su estilo de liderazgo, basado en la humildad y el ejemplo, fue evidente en esa visita. Dejó una impresión duradera entre quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo y escucharlo.

Para muchos, su figura representó no solo un líder espiritual, sino también un ser humano accesible y comprometido con su misión religiosa. Su elección como papa evoca aquellos encuentros.

Las comunidades que visitó en La Vega guardan un recuerdo especial de su paso. Su mensaje de fe y servicio permanece vivo entre quienes compartieron con él durante sus años de misión.


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