Una adolescente de 15 años, cuya identidad se reserva por tratarse de una menor de edad, admitió ante las autoridades haber sido la responsable del homicidio de su madre, Maricela del Carmen Mora Barbosa, de 50 años.
El hecho ha generado profunda conmoción en Nicaragua, debido a la naturaleza del crimen y al vínculo familiar entre víctima y agresora.
El asesinato tuvo lugar recientemente en una zona residencial de Nicaragua, aunque los medios locales no han precisado la localidad exacta por motivos de seguridad y privacidad. La noticia fue difundida el 29 de mayo de 2025, provocando una oleada de reacciones tanto en el país como en redes sociales.
La víctima, Maricela del Carmen Mora Barbosa, era madre de dos hijos y trabajadora independiente, según versiones de allegados. Su hija, de apenas 15 años, fue detenida poco después del crimen y permanece bajo custodia mientras avanza el proceso judicial.
Según informes recopilados por la prensa nacional, la joven esperó a que su madre conciliara el sueño antes de atacarla con un arma blanca.
Inicialmente le propinó tres puñaladas, y tras percatarse de que su madre había logrado enviar un mensaje pidiendo auxilio a través de WhatsApp, regresó para herirla nuevamente con el mismo cuchillo.
Durante el interrogatorio, la menor relató que la agresión surgió tras una discusión en la que le expresó a su madre su deseo de abandonar el país junto a su pareja sentimental, petición que fue firmemente rechazada.
De acuerdo con el medio Nicaragua Investiga, la madre le habría respondido: “Hasta que yo deje de existir, dejaré de cuidarte”, frase que, según la confesión, impactó emocionalmente a la adolescente y la llevó a ejecutar el acto violento.
Además de la brutalidad del hecho, el caso ha reabierto el debate público sobre la salud mental en adolescentes, la violencia intrafamiliar y la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y atención psicosocial para menores en riesgo.
La joven intentó inicialmente encubrir el crimen alegando que su madre había sufrido un accidente doméstico. Sin embargo, las inconsistencias en su declaración, sumadas a los indicios forenses encontrados en la escena, motivaron una investigación más exhaustiva que culminó con su confesión formal.
El crimen ha generado múltiples reacciones de indignación en redes sociales, donde usuarios demandan acciones concretas para abordar problemáticas relacionadas con el bienestar emocional de los jóvenes.
Por su parte, las autoridades mantienen detenida a la menor mientras se define su situación legal conforme a las leyes de protección de adolescentes en conflicto con la ley penal.
El caso se encuentra en etapa de instrucción judicial, y se espera que los próximos días se presenten informes forenses, psicológicos y testimoniales que permitirán esclarecer completamente los móviles y circunstancias que rodearon este crimen que ha sacudido a toda la nación nicaragüense.
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