Una celebración en un domicilio de la comuna de Cerro Navia, en Santiago de Chile, terminó de forma trágica el pasado domingo 16 de junio, cuando una mujer de nacionalidad venezolana, identificada como Yaidy Garnica Carvalino, de 43 años, perdió la vida tras recibir un disparo en medio de un conflicto vecinal.
Los hechos se registraron alrededor de las 22:30 horas, en un pasaje residencial donde la víctima compartía junto a familiares en una fiesta. Según versiones recabadas por testigos, la música a alto volumen habría motivado reclamos por parte de otros vecinos del sector, lo que desencadenó una fuerte discusión.
De acuerdo con relatos, el altercado escaló rápidamente hasta convertirse en un enfrentamiento físico. En ese contexto, uno de los residentes habría abandonado el lugar para luego regresar armado, efectuando un disparo que impactó a Garnica Carvalino.
A pesar de que fue trasladada de urgencia al Hospital Félix Bulnes, la mujer falleció debido a la gravedad de las heridas.
La Policía de Investigaciones (PDI) confirmó que el presunto autor del disparo se entregó voluntariamente aproximadamente una hora después en una subcomisaría de Talagante.
El individuo ya fue formalizado por el delito de homicidio y se encuentra en prisión preventiva, mientras se desarrolla un período de 120 días de investigación, según lo ordenado por el Quinto Juzgado de Garantía de Santiago.
Este trágico hecho ha generado una amplia repercusión, especialmente en redes sociales, donde múltiples usuarios, en particular miembros de la comunidad venezolana, han denunciado el suceso como un acto de xenofobia.
Sin embargo, habitantes del sector han manifestado su rechazo a esta interpretación, alegando que el conflicto no se originó por la nacionalidad de la víctima, sino por un problema recurrente vinculado a ruidos molestos y constantes celebraciones en ese domicilio.
“Acá no hubo discriminación. El problema era la música fuerte todos los días, fiestas de lunes a domingo”, aseguró de forma anónima una vecina, quien también reveló temor a posibles represalias por declarar públicamente.
Los residentes también denunciaron que la llegada de la ambulancia se demoró cerca de 40 minutos, lo que podría haber afectado las posibilidades de salvar la vida de la víctima.
La Subsecretaría de Prevención del Delito expresó su preocupación por cómo conflictos aparentemente menores pueden derivar en hechos graves. “Muchas incivilidades, como peleas asociadas al consumo de alcohol o fiestas, escalan a delitos graves como homicidios”, señaló la entidad en una declaración oficial.
Por su parte, la PDI confirmó que el caso continúa bajo investigación y que se han recopilado testimonios y evidencia en video que podrían ser clave para esclarecer si el disparo fue intencional o accidental.
Tras el homicidio, la familia de Jie Garnica abandonó su residencia por temor a nuevas confrontaciones o represalias. La víctima, madre y abuela, vivía con sus hijas y nietas y era ampliamente reconocida en su comunidad.
Este caso ha provocado un llamado a la reflexión en la opinión pública respecto a la tolerancia vecinal, la resolución pacífica de conflictos y la necesidad de respetar la diversidad cultural dentro de comunidades integradas por personas de diferentes nacionalidades.
Una velatón fue organizada en el centro de Santiago durante la tarde del lunes 17 de junio para rendir homenaje a la víctima y exigir justicia.




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