Jason Forrester, un hombre estadounidense de 38 años

hace 2 meses

Jason Forrester, un hombre estadounidense de 38 años

Santo Domingo, República Dominicana. Todo parecía un romance caribeño salido de una novela digital, de esos que comienzan con un “boy meets girl” y terminan en trámites migratorios y promesas de amor eterno.

Jason Forrester, un hombre estadounidense de 38 años, encontró en suelo dominicano lo que creyó sería el amor de su vida.

Viajaba con frecuencia desde Maryland hasta el país, y no tardó en formalizar la relación, conocer a sus suegros y gestionar la visa para su nueva esposa, convencido de que comenzaban juntos una nueva vida en Miami.

Pero la ilusión se desmoronó tan rápido como llegó. Según narró su padre, Marcus Forrester, a la cadena NBC4 Washington, poco después de mudarse a Estados Unidos, la relación se tornó insostenible.

Un día cualquiera, tras regresar del trabajo, Jason encontró el apartamento limpio… pero vacío: sin muebles, sin esposa y sin respuestas.

La joven dominicana se había marchado, dejando atrás el matrimonio y llevando consigo el silencio más desgarrador: el visto.

Desconcertado, Jason decidió regresar a República Dominicana, con la esperanza ingenua de hallar respuestas, o al menos un gesto de reconciliación por parte de la familia de su esposa.

Fue entonces cuando el drama dio un giro inesperado: pasaron dos semanas sin que su familia supiera de él, lo que provocó una alerta de desaparición y un despliegue mediático en Washington, donde su padre pidió ayuda desesperadamente, temiendo lo peor.

«Estamos muy, muy preocupados, esperando y rezando para que aparezca de alguna manera», expresó Marcus Forrester ante las cámaras de NBC, revelando que mantenía un contacto diario con su hijo a través de mensajes de voz.

La angustia del padre, la incertidumbre y el misterio de su paradero, convirtieron la historia en un fenómeno viral, ocupando titulares, generando comentarios en redes y manteniendo a muchos en vilo.

Sin embargo, el caso se resolvió en cuestión de horas después de hacerse público. El padre confirmó que su hijo fue localizado, sano y salvo, aunque no ofreció detalles sobre dónde ni cómo ocurrió el reencuentro.

La cadena News4 se limitó a informar que no hubo indicios de secuestro ni crimen, solo un corazón quebrado en busca de respuestas en tierra ajena.

Esta historia queda como una advertencia silenciosa para quienes se aventuran a unir afecto y papeles migratorios en tiempos de Wi-Fi.

VIDEO


En el foco

Subir