Sergei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia

hace 2 meses

Sergei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia

Moscú, Rusia. “La Tercera Guerra Mundial podría estar muy cerca”, advirtió este domingo Sergei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, al referirse al reciente bombardeo de Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán, calificando la situación como un punto de quiebre en el orden global.

Desde el Kremlin, el veterano diplomático elevó el tono al citar directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, quien días antes ya había expresado su “profunda preocupación” ante el riesgo creciente de un conflicto a gran escala.

Las palabras de Lavrov no son una simple retórica: se alinean con el discurso de alerta que Moscú ha intensificado tras la ofensiva norteamericana del 21 de junio, que impactó las centrales de Fordow, Natanz e Isfahan en suelo iraní.

Lavrov, en conversación con el periodista Pavel Zarubin, criticó duramente a líderes occidentales como Emmanuel Macron, por defender el concepto de “autodefensa” en favor de Israel, preguntando con ironía: “¿Autodefensa contra qué?”. Según sus declaraciones, aplicar el derecho a la defensa sin someterse a los principios de la Carta de las Naciones Unidas solo conduce a un “caos total”.

A la par, el ex presidente ruso Dmitri Medvédev cuestionó la efectividad de los bombardeos estadounidenses, asegurando que la infraestructura iraní permanece operativa y que varios países estarían dispuestos a proveer armamento nuclear a Teherán tras la escalada.

En medio de este escenario tenso, el canciller iraní Abbas Araghchi viaja hacia Moscú para reunirse con Putin. Las autoridades persas consideran que estas conversaciones pueden representar “un punto de partida para estabilizar Oriente Medio”.

A pesar de la gravedad del ataque, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) afirmó que no se han detectado aumentos de radiación en las zonas impactadas, descartando por ahora consecuencias ambientales.

La reacción rusa también incluyó una dura acusación contra la Unión Europea, a la que Lavrov señaló de fomentar el conflicto en Ucrania y actuar con “agresividad casi animal” hacia Moscú. Particularmente, arremetió contra las líderes femeninas de la Comisión Europea, refiriéndose a Ursula von der Leyen y Kaja Kallas, como símbolos de una postura que “debe cambiar”.

En cuanto al frente económico, Lavrov advirtió que Europa paga caro sus decisiones contra Rusia, incluyendo la renuncia al gas y las sanciones impuestas desde el inicio del conflicto con Ucrania. Según él, la estabilidad económica y social del continente se está deteriorando por esta confrontación sostenida.

A partir de este momento, la diplomacia internacional entra en una fase crítica, mientras Moscú, Teherán y Washington ajustan sus posiciones en un tablero geopolítico cada vez más frágil. Desde el Kremlin, el llamado es claro: «El orden mundial está en riesgo y la guerra global ya no es solo una hipótesis».

Noticias País, Nueva York. Una sombra de tensión se cierne sobre las principales ciudades de Estados Unidos tras la operación militar más arriesgada del año: la ofensiva aérea ordenada por el presidente Donald Trump contra tres sitios nucleares clave de Irán.

Desde la madrugada del domingo, las autoridades federales y locales activaron un dispositivo nacional de seguridad reforzada, mientras el país entero entra en un estado de vigilancia sin precedentes.

Lo que comenzó como una misión clasificada en la Sala de Situación de la Casa Blanca, bajo el nombre clave “Operación Martillo de Medianoche”, se convirtió en un mensaje contundente al mundo: Estados Unidos ha cruzado una línea directa en el conflicto entre Irán e Israel.

El mandatario, flanqueado por JD Vance, Marco Rubio y Pete Hegseth, confirmó en un mensaje a la nación que las fuerzas armadas atacaron tres instalaciones nucleares del régimen iraní, lo que desató una ola de advertencias diplomáticas y el encendido de todas las alarmas internas.

En Nueva York, la reacción fue inmediata. El Departamento de Policía (NYPD) anunció un aumento sustancial de su presencia en sinagogas, mezquitas chiitas, consulados, templos y espacios culturales vinculados a las comunidades judía e islámica. “Estamos desplegando vigilancia especial en lugares con alto valor simbólico o geopolítico, sin subestimar ningún escenario”, aseguró el exinspector Paul Mauro, quien además confirmó la activación del programa de monitoreo digital antiterrorista y ciberinteligencia más sofisticado del país.

Washington D. C. no se quedó atrás. La Policía Metropolitana (MPD) intensificó patrullajes en embajadas, oficinas de representación extranjera y zonas sensibles como instituciones religiosas. El enfoque es claro: disuadir cualquier amenaza antes de que se concrete. La capital política del país está en modo de defensa activa, compartiendo inteligencia en tiempo real con agencias como el FBI y Seguridad Nacional.

En Los Ángeles, la alcaldesa Karen Bass informó que se incrementaron las rondas policiales en centros de culto, barrios multiculturales y lugares concurridos. Aunque no existen amenazas concretas, se activó una alerta preventiva que mantiene bajo observación áreas como Little Persia, Koreatown y otras zonas estratégicas. “Estamos monitoreando todo con herramientas humanas y tecnológicas. Ningún indicio será ignorado”, expresó la funcionaria en una conferencia desde el ayuntamiento.

Además de estas tres urbes, la vigilancia se extendió a Miami, Chicago, Houston y San Francisco, con énfasis en puntos fronterizos, aeropuertos y estaciones de transporte público. El CBP (Protección de Aduanas y Fronteras) también desplegó nuevos filtros en terminales internacionales, donde se evalúan pasajeros provenientes de Medio Oriente y otras regiones de riesgo con un sistema reforzado de verificación biométrica y análisis de datos.

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, aseguró que el Estado está preparado para responder ante cualquier intento de sabotaje, ya sea físico o cibernético. “Trabajamos en conjunto con agencias federales para blindar nuestras infraestructuras sensibles y anticipar cualquier movimiento hostil”, afirmó, subrayando que se están realizando simulacros de respuesta ante emergencias en escuelas, hospitales y centros gubernamentales.

Desde hoy, el país vive bajo un sistema de seguridad redoblada que combina vigilancia física, ciberinteligencia y cooperación interinstitucional. Aunque no hay una amenaza específica identificada, el Gobierno estadounidense ha dejado claro que el nivel de riesgo ha cambiado, y con él, la forma en que las grandes ciudades deben proteger a sus habitantes. En esta nueva fase del conflicto, la defensa no solo se libra en el extranjero: también se activa en cada esquina del territorio nacional.


En el foco

Subir