Santo Domingo.– El Teatro Nacional Eduardo Brito se convirtió en el escenario de un emotivo homenaje a la destacada trayectoria de Rubby Pérez, ampliamente conocido como “la voz más alta del merengue”.
Bajo el título “Rubby Pérez: Infinito”, la presentación estuvo cargada de momentos conmovedores que fueron más allá de la música, dejando una huella imborrable en los asistentes.
Entre los aspectos más comentados del evento estuvo la participación de sus hijas Zulinka y Ana Beatriz Pérez, quienes subieron al escenario en un momento especial del espectáculo.
Su intervención fue destacada no solo por la interpretación artística, sino también por el significado personal que representó para su familia.
Desde sus perfiles en redes sociales, Yuzulka Inés y Rubmariel Yanilet, también hijas del artista, compartieron mensajes de apoyo y orgullo hacia sus hermanas.
“Orgullosa de cómo honraron a Papi. Sé que él también lo está”, escribió Yuzulka Inés. Por su parte, Rubmariel Yanilet manifestó: “Qué alegría siento en mi corazón al verlas ahí, entregando el alma por y para Papi”.
Estas expresiones públicas reflejan un fuerte lazo familiar que se hizo evidente en medio del homenaje. Las palabras compartidas se convirtieron en una muestra de cariño que acompañó la memoria del intérprete y unificó a sus seres queridos en torno a su legado.
El evento conmemorativo no se limitó a recorrer los grandes momentos de la carrera artística de Rubby Pérez, sino que también ofreció una experiencia íntima donde el recuerdo cobró vida a través de la música y de la presencia simbólica de quienes continúan honrando su historia.
La participación de Zulinka y Ana Beatriz fue recibida con aplausos del público. Sus interpretaciones emocionaron a los asistentes, que presenciaron un momento cargado de significado, tanto a nivel personal como artístico. Se destacó el compromiso de ambas por mantener viva la esencia de su padre a través de sus voces.
El espectáculo formó parte de la celebración por los 50 años de carrera artística del cantante y fue concebido como una recopilación de sus éxitos.
No obstante, el componente familiar ofreció una dimensión adicional al acto, subrayando la importancia de los vínculos afectivos en torno al arte y la memoria.
Con este gesto, el tributo a Rubby Pérez se convierte en un capítulo especial dentro de la música dominicana y en una expresión perdurable del amor y respeto de su familia.
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