Los rastros de Roldani Calderón se diluyen entre tallotas, agua estancada y un ambiente cargado de incertidumbre, mientras en la comunidad de La Vega la esperanza sigue siendo el único punto de apoyo.
Desde que fue reportado como desaparecido el 30 de marzo, las autoridades han desplegado un operativo en todo el entorno agrícola.
La zona, compuesta por cultivos, veredas rurales y áreas húmedas, ha dificultado las labores. Al aproximarse al río, los equipos de búsqueda perdieron toda señal de seguimiento.
Ante la falta de avances, los organismos de rescate extendieron durante un tiempo la exploración hacia áreas cercanas al afluente.
Los residentes de La Vega continúan en vigilia. En medio del esfuerzo colectivo, se suman con oraciones, grupos de apoyo y tareas de búsqueda voluntaria.
El caso ha tocado profundamente a la población local, que acompaña con atención cada paso de los rescatistas y espera respuestas concretas.
Hasta el momento, no han surgido pistas adicionales ni se han localizado objetos personales que permitan aclarar el paradero de Roldani.
La investigación se mantiene en curso, con equipos que siguen operando día tras día. Mientras tanto, los familiares aguardan con preocupación cada actualización del proceso.
Críticas sobre la forma en que se ha manejado la búsqueda también han surgido.
El comunicador La Vega Mundial (Wiu Wiu) expresó: “En aquellos senderos no se revisaron de la manera adecuada para ver si se pudiera encontrar algo”, al referirse a un sector específico cercano a la vivienda de donde se notificó la desaparición.
Añadió que: “Yo estoy seguro que para donde están todas esas pencas tampoco se buscó. Hay que buscar un rastro de ese niño. Eso para allá es inóspito, salvaje, pura selva, y así hay muchos entornos”, enfatizando que existen zonas complejas que aún no han sido debidamente inspeccionadas.
Finalmente, comentó que la disminución del apoyo ha sido evidente con el pasar de los días: “Esto da mucha grima. Había muchas personas en un momento dado y ahora no hay nada”.
Las labores de búsqueda continúan, sin descanso, en un terreno que presenta numerosos retos naturales. La comunidad sigue firme en su compromiso, mientras se espera alguna señal que permita saber qué sucedió con el menor.
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