La Justicia continúa investigando el brutal asesinato de Brenda Torres, una joven de 24 años cuyos restos desmembrados fueron hallados en distintos sectores de la ciudad de Córdoba, Argentina, en el transcurso de la última semana.
El caso ha generado conmoción y avanza bajo la hipótesis de un presunto ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico, dado que la víctima tenía antecedentes por narcomenudeo y violencia familiar.
El hallazgo inicial se produjo el viernes 25 de julio, cuando un albañil encontró una bolsa negra en la avenida Ramón J. Cárcano, en las inmediaciones del barrio Córdoba 4.
Al inspeccionarla, descubrió una mano y un brazo humanos, situación que desencadenó la intervención inmediata de la Policía de Córdoba, personal del Comando de Acción Preventiva, y unidades de Investigación Criminal.
Días después, el lunes siguiente, empleados de la empresa Caminos de las Sierras, concesionaria de accesos a la capital provincial, localizaron otra bolsa en la misma avenida.
En su interior había miembros inferiores que, según fuentes judiciales, corresponderían a las piernas de la víctima.
Finalmente, el viernes 1 de agosto, se encontraron el torso y la cabeza de la joven en una vivienda abandonada ubicada en calle Hornero al 500, en el barrio Chateau Carreras, cerca del estadio Mario Alberto Kempes.
Brenda vivía en un contexto de alta vulnerabilidad social y atravesaba un cuadro severo de adicción a las drogas.
Su padre, Roque Torres, declaró que la joven se había marchado de su domicilio luego de robarle el teléfono celular, presuntamente para conseguir sustancias ilícitas. Según sus palabras, “ella cambió totalmente su personalidad por culpa de la droga”.
En declaraciones al canal Canal 10 de Córdoba y al medio El Doce, el padre explicó que Brenda había tenido un conflicto con una persona del barrio donde residía su madre y, tras negarse a realizar una denuncia, optó por mudarse con él. “Estaba muy rebelde, uno le hablaba y ella reaccionaba mal. Era otra persona”, comentó.
La madre de la víctima, Graciela Paredes, expresó su profundo dolor tras la confirmación de la identidad de los restos: “Nos están entregando a mi hija en partes. Solo quiero poder velarla”.
Además, lamentó que las reiteradas solicitudes de ayuda a servicios sociales no obtuvieron respuesta: “Ella no era una mala persona. Era una chica enferma, pedí ayuda y nunca me la dieron”.
La causa está a cargo del fiscal Horacio Vázquez, quien confirmó que dos hombres adultos se encuentran detenidos por su presunta participación en el homicidio. Las líneas investigativas apuntan a que el crimen podría haberse perpetrado para encubrir otro delito aún no esclarecido.
Las tareas de rastrillaje se intensificaron en un radio de siete cuadras alrededor del primer sitio donde se encontraron los restos.
De acuerdo con peritos forenses, los autores del crimen se tomaron el tiempo de limpiar y preparar cuidadosamente las partes del cuerpo, lo que indicaría cierto grado de planificación y meticulosidad.
Roque Torres hizo un llamado público solicitando colaboración ciudadana para esclarecer los hechos: “Si alguien sabe algo, que lo diga. Puede denunciar de manera anónima, estará protegido. Lo único que queremos es saber la verdad y que el responsable pague con cárcel”.
La investigación continúa en curso mientras los investigadores intentan reconstruir las últimas horas de vida de Brenda y confirmar la motivación detrás del crimen.
Por el momento, no se han revelado más detalles sobre los detenidos ni el móvil exacto del asesinato.




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