Una familia denunció la muerte de su hija, Elisa, de apenas nueve meses de edad, ocurrida tras recibir atención médica en tres ocasiones en una clínica privada de la localidad, en el transcurso de una sola semana. El caso se encuentra bajo investigación por parte de las autoridades.
De acuerdo con la denuncia de los padres, la menor presentó diarrea, somnolencia extrema y dificultades respiratorias.
En la primera visita al centro médico únicamente se le administró suero, sin que se ordenaran exámenes adicionales.
Posteriormente, y a pesar de la persistencia de los síntomas, la niña fue dada de alta con un diagnóstico de infección viral.
Según el testimonio de la madre, las solicitudes de pruebas como radiografías y ecografías no fueron atendidas.
En su tercer ingreso, el cuadro clínico de Elisa ya era crítico. La bebé fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde fue intubada durante la madrugada. Sin embargo, alrededor de las 5:00 a. m., se confirmó su fallecimiento.
Los episodios médicos se desarrollaron a lo largo de una semana. El deceso de la menor se produjo durante la tercera hospitalización, luego de complicaciones que no habrían sido diagnosticadas oportunamente.
Todos los ingresos se llevaron a cabo en un hospital privado de Serraria, en el mismo establecimiento donde la familia asegura que no se realizaron los estudios solicitados.
El informe forense concluyó que la causa de la muerte fue sepsis abdominal, una infección grave que, de no ser identificada y tratada a tiempo, puede generar consecuencias fatales.
Los padres responsabilizan al hospital por presunta negligencia médica, al considerar que no se practicaron los exámenes necesarios ni se actuó con la urgencia que exigía el cuadro clínico.
La madre de la niña relató que advirtió al personal sanitario sobre la gravedad del estado de su hija: “Dije: ‘Mi hija no está bien, respira raro, está flácida’. Y me respondieron que era normal, que solo era un virus”, señaló.
Tras el fallecimiento, los padres interpusieron una denuncia formal ante la Policía, reclamando que la atención fue insuficiente.
Por su parte, la administración del hospital expresó públicamente su pesar por el deceso y aseguró que la paciente recibió atención completa, incluyendo evaluaciones clínicas y cuidados intensivos.
Además, informó que se inició una investigación interna para verificar la calidad de los procedimientos aplicados.
De manera paralela, las autoridades policiales abrieron una investigación oficial para determinar si existió responsabilidad profesional en la atención médica brindada.

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