Santo Domingo – La familia de Joshua Steven Riibe denunció que el joven estadounidense está siendo retenido en condiciones irregulares, a pesar de haber colaborado desde el primer momento con la investigación sobre la desaparición de Sudiksha Konanki, la estudiante de origen indio vista por última vez en Punta Cana el pasado 6 de marzo.
Sus padres afirman que no hay pruebas que lo incriminen y que su detención prolongada es injusta, exigiendo la intervención de las autoridades diplomáticas de Estados Unidos para garantizar un proceso transparente y apegado a los derechos humanos.
Alegan que Joshua ha respondido a todos los interrogatorios y ha brindado su testimonio en repetidas ocasiones, pero sigue bajo custodia sin justificación clara.
Desde el inicio de la investigación, las autoridades dominicanas han considerado a Riibe como la última persona en ver con vida a Sudiksha Konanki, por lo que su testimonio es clave en el desarrollo del caso.
Según su relato, ambos se encontraban en la playa del Hotel Riu República cuando fueron arrastrados mar adentro por una fuerte ola. Riibe asegura que lucharon contra la corriente y que, al tocar tierra nuevamente, vio a Konanki caminando en aguas poco profundas.
Minutos después, se sintió agotado y decidió acostarse en una silla de playa, quedándose dormido hasta que despertó horas más tarde por el sol y las picaduras de mosquitos. Cuando abrió los ojos, la joven ya no estaba.
Las imágenes de las cámaras de seguridad obtenidas por la Policía Nacional muestran que cinco mujeres y un hombre abandonaron la playa a las 4:55 a. m., dejando a Konanki y Riibe en el lugar.
Más tarde, a las 8:55 a. m., las cámaras captaron a Riibe saliendo de la zona, pero no se observa a Konanki en ninguna grabación posterior.
Este vacío en las evidencias ha generado múltiples especulaciones y dudas sobre su testimonio, motivo por el cual las autoridades han mantenido al estadounidense bajo estricta supervisión.
Los padres de Riibe rechazan las sospechas que han surgido en torno a su hijo y critican la forma en que ha sido tratado por las autoridades.
Aseguran que ha sido sometido a extensos interrogatorios sin garantías procesales, lo que, en su opinión, vulnera sus derechos fundamentales.
También han denunciado que la presión mediática ha influido en el desarrollo del caso, generando conjeturas sin fundamentos y afectando la percepción pública sobre Joshua. Afirman que el joven ha cooperado en todo momento, entregando su teléfono celular, respondiendo todas las preguntas y facilitando su ubicación exacta en la noche de la desaparición.
No obstante, siguen sin recibir información clara sobre su estatus legal ni sobre los pasos que tomará la fiscalía.
Mientras tanto, la familia de Sudiksha Konanki ha mostrado su desesperación ante la falta de avances en la búsqueda de la joven.
Su padre, Subbarayudu Konanki, viajó desde Virginia, Estados Unidos, hasta la República Dominicana para seguir de cerca las labores de rescate.
En sus declaraciones a los medios, expresó sus dudas sobre la versión oficial y pidió a las autoridades que exploren todas las hipótesis, incluyendo la posibilidad de secuestro o trata de personas. “No creemos que haya podido sobrevivir más de tres días en el agua. Algo más tuvo que haber sucedido”, afirmó.
Las autoridades dominicanas, junto con organismos internacionales como Interpol, han desplegado un amplio operativo de búsqueda en la costa de Bávaro, utilizando drones, helicópteros, embarcaciones y perros de rastreo en un intento por localizar cualquier indicio de la estudiante desaparecida.
Sin embargo, hasta la fecha, no se ha encontrado ninguna pista sobre su paradero, lo que ha incrementado la incertidumbre y el misterio en torno al caso.
El informe preliminar de la Policía Nacional reveló que Konanki y su grupo de amigas habían estado consumiendo alcohol en la barra del hotel antes de dirigirse a la playa.
Las autoridades han considerado este dato dentro de la investigación, pero aún no han determinado si influyó en su desaparición. De igual manera, los investigadores continúan analizando testimonios de otros testigos, así como revisando el material de videovigilancia en busca de nuevas pistas.
El caso ha despertado preocupación debido a incidentes similares ocurridos en el pasado en playas del Caribe. En 2022, una turista canadiense desapareció en circunstancias parecidas en Punta Cana, aunque su cuerpo fue hallado días después en aguas cercanas.
En 2019, un turista estadounidense también fue reportado como desaparecido en la misma zona, sin que hasta la fecha se haya esclarecido su paradero. Estos antecedentes han generado un debate sobre la seguridad en las playas dominicanas y la necesidad de reforzar las medidas de prevención para turistas, especialmente en temporadas de Spring Break, cuando miles de jóvenes extranjeros llegan al país.
La administración del Hotel Riu República, donde se hospedaban Konanki y sus amigas, informó que la desaparición fue reportada al personal del hotel alrededor de las 4:00 p. m. del 6 de marzo.
De inmediato, notificaron a las autoridades locales, quienes activaron el protocolo de búsqueda con apoyo de unidades especializadas en rescate terrestre, aéreo y marítimo. Sin embargo, la ausencia de pruebas concretas ha complicado el avance de la investigación.
Por su parte, el Departamento del Sheriff del condado de Loudoun, Virginia, donde reside la familia de Konanki, emitió un comunicado instando a la población a evitar especulaciones precipitadas. “Ha habido muchas conjeturas sobre lo sucedido y quién podría estar implicado.
Es fundamental esperar los resultados de una investigación completa antes de llegar a conclusiones sin fundamento”, señalaron en declaraciones recogidas por CNN.
A pesar de la incertidumbre, las autoridades dominicanas han insistido en que la hipótesis principal sigue siendo un posible ahogamiento, aunque la fiscalía no descarta otras líneas de investigación.
La familia de Riibe insiste en que su hijo debe ser liberado, ya que consideran que no hay pruebas contundentes que justifiquen su detención. No obstante, el hecho de que haya sido la última persona en verla con vida sigue generando interrogantes, y la fiscalía aún no ha determinado si enfrentará cargos formales o si será puesto en libertad en los próximos días.
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