El ingeniero civil Piter Bonilla

hace 5 meses

El ingeniero civil Piter Bonilla

Análisis estructural revela que el edificio no fue diseñado para soportar las cargas actuales.

El Análisis Preliminar del Colapso Estructural de la Discoteca Jet Set, elaborado por el ingeniero civil Piter Bonilla, concluye que la tragedia ocurrió como resultado de una combinación de factores estructurales.

Entre ellos se identifican una sobrecarga no contemplada en el diseño original, efectos dinámicos por vibraciones constantes y el deterioro progresivo provocado por acumulación de humedad.

El informe, compuesto por 20 páginas, detalla que el edificio donde operaba la discoteca fue originalmente construido para funcionar como sala de cine. Esta información es clave para comprender la configuración estructural del inmueble.

Según el análisis, “los cines típicamente se diseñan con grandes espacios sin columnas intermedias para garantizar la visibilidad sin obstrucciones hacia la pantalla”, lo que implica que el edificio estaba preparado para cargas más ligeras.

Bonilla advierte que imágenes aéreas previas al colapso muestran la presencia de múltiples equipos pesados sobre la cubierta del edificio. Estos incluían unidades de aire acondicionado industrial, transformadores, generadores eléctricos y tanques de agua.

El análisis señala que “muestra la concentración crítica de cargas en el área central, donde posteriormente ocurrió el colapso. Los pesos estimados de cada equipo suman aproximadamente 4000 kg de sobrecarga no contemplada en el diseño original”.

Además del peso, estos equipos generaban vibraciones que, combinadas con los sistemas de sonido del establecimiento, afectaron gravemente la integridad del edificio. El informe indica que las vigas principales del inmueble eran pretensadas, un tipo de estructura sensible a cargas cíclicas.

“Las estructuras de hormigón pretensado son especialmente susceptibles a la fatiga cuando están sometidas a cargas cíclicas no previstas en su diseño original. La combinación de vibraciones mecánicas y acústicas aceleró el proceso de micro-fisuración del hormigón”, señala el documento, explicando que esta condición redujo la capacidad resistente de la estructura con el paso del tiempo.

El informe también resalta la acumulación de agua en zonas deformadas de la estructura, lo cual generó cargas adicionales y deterioró aún más los materiales.

Según el análisis, “la cronología estimada indica que el proceso de deterioro habría comenzado meses o incluso años antes del colapso final, con señales progresivas como fisuras, deformaciones visibles o desprendimientos menores que pudieron haber sido ignorados”.

En resumen, el diagnóstico preliminar establece que la secuencia del colapso habría iniciado con microfisuración por vibraciones y sobrecarga, seguida por un incremento de deformaciones que permitieron acumulación de agua, pérdida progresiva de capacidad por humedad y corrosión, fallo de viguetas secundarias, y colapso final de la viga principal pretensada tras el fallo de los elementos secundarios.

Por Pachico Tejada


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