Adolescente de 13 años es salvada por un joven tras ser arrastrada por drenaje en San Cristóbal.
San Cristóbal, República Dominicana. Una madre dominicana, doña Santa Casilla, compartió con profunda emoción el acto de valentía protagonizado por su hijo menor, quien arriesgó su vida para rescatar a una adolescente de 13 años que fue arrastrada por una alcantarilla en la zona de Lavapié, durante una fuerte lluvia.
La mujer recordó con claridad cómo su hijo, con el rostro marcado por la angustia y los ojos húmedos, le confesó que no podía conciliar el sueño sabiendo que la joven aún se encontraba desaparecida. “Mami, no puedo acostarme sabiendo que esa niña está ahí sola, yo sé que ella está viva”, expresó el joven con voz temblorosa, luego de regresar a casa tras su primer intento de búsqueda.
Consciente del peligro, doña Santa solo atinó a decirle: “Ve, mi hijo, y que Dios te ayude”. Esa bendición fue suficiente para que el joven se armara de valor y regresara al lugar del incidente. Allí, improvisó una barrera para detener el flujo del agua utilizando sacos y, sin dudar, se introdujo nuevamente en el drenaje, avanzando a gatas entre el lodo y la oscuridad.
El joven finalmente encontró a la menor, quien se aferraba con fuerza a una varilla metálica. La cargó sobre su hombro y logró sacarla con vida del lugar, según relató su madre, aún sin poder creer lo que su hijo había logrado. “Fue un milagro”, expresó con voz entrecortada, mientras los vecinos celebraban el acto heroico que contrastó con la inacción de las autoridades durante toda la noche.
Doña Santa también compartió que no solo su hijo menor participó en el rescate. Otros miembros de la familia se unieron a la búsqueda, demostrando un fuerte espíritu de solidaridad y unidad. La comunidad se mostró agradecida, y muchas personas se acercaron a la humilde vivienda para felicitar y reconocer al joven por su valor.
“Vinieron hasta de la capital a buscarlo. Muchos periodistas han venido aquí. Él es el más pequeño y está muy feliz”, señaló doña Santa, dejando ver una sonrisa nerviosa mientras observaba a los vecinos reunidos frente a su casa.
Para concluir, hizo un llamado urgente a los padres del país, apelando al cuidado de los menores durante las lluvias: “Aquí se inunda demasiado. Hay que cuidar a los niños, porque ellos no piensan en el peligro”, dijo, recordando que la joven fue arrastrada cuando regresaba de la escuela bajo un fuerte aguacero.
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