Santo Domingo, República Dominicana. Un hecho ocurrido recientemente ha causado indignación y tristeza entre allegados y personas dolientes, luego de que una conductora identificada como Joana García impactara con su vehículo el altar improvisado ubicado frente a la discoteca donde ocurrió el desplome que dejó más de 230 víctimas fatales.
Según informó el coronel Tejada Baldera, portavoz oficial de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), el suceso tuvo lugar mientras García se desplazaba por la zona y perdió el control del vehículo, lo que provocó que se estrellara directamente contra el espacio que funcionaba como homenaje a quienes resultaron afectados por el evento previo.
Como resultado del impacto, varios elementos que conformaban el altar resultaron dañados. Entre ellos se encuentran fotografías, flores, velones y otros objetos colocados por ciudadanos como muestra de memoria y respeto hacia las personas afectadas. Las imágenes del lugar reflejaban la intención de mantener vivo el recuerdo en una zona de duelo colectivo.
La señora Joana García fue detenida de inmediato en el mismo lugar por agentes de la DIGESETT, quienes procedieron a trasladarla hasta la Fiscalía de Tránsito del Distrito Nacional. Esta institución asumió el caso y actualmente lleva a cabo las investigaciones correspondientes, conforme a los protocolos establecidos.
De acuerdo con el informe oficial, García no presentó lesiones tras el hecho. Sin embargo, se le realizaron pruebas que confirmaron que conducía bajo los efectos del alcohol, hecho que activa las sanciones contenidas en la Ley 63-17 sobre Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial. Esta normativa establece penalidades estrictas para quienes infringen las disposiciones sobre el consumo de alcohol al conducir.
Posteriormente, brigadas del Ayuntamiento del Distrito Nacional acudieron al sitio para realizar labores de limpieza, recoger los restos del altar y restaurar la zona lo antes posible. El objetivo fue preservar, dentro de lo viable, la dignidad y el respeto del espacio conmemorativo afectado por este evento.
Tras lo sucedido, las autoridades han reiterado el llamado a la prudencia, en especial al momento de conducir, y han hecho hincapié en el respeto por los lugares de homenaje colectivo. En contextos donde persiste el impacto emocional por acontecimientos anteriores, el cuidado de estos espacios resulta esencial para quienes aún procesan las secuelas emocionales de una pérdida significativa.
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