La comunidad de Tangará, Santa Catarina, Brasil y toda la región están conmovidas por la muerte del pequeño Kalleo Pauletti, de tan solo 4 años.
Falleció el pasado viernes 13 de junio, tras una intensa lucha contra un cáncer cerebral poco común. Residente de la comunidad iraquí, en el interior de Tangará, en el centro-oeste de Santa Catarina, Kalleo afrontó el diagnóstico con valentía y fe, siempre con el apoyo del cariño de su familia y la solidaridad de la población.
Desde los primeros síntomas, como vómitos y debilidad en las piernas, el niño se sometió a un tratamiento largo y difícil.
Le realizaron más de cinco cirugías de cabeza e innumerables sesiones de quimioterapia. Sin embargo, el tratamiento debilitó su sistema inmunitario. En los últimos días, Kalleo estuvo hospitalizado con una infección generalizada. Sin defensas, sus riñones dejaron de funcionar, lo que le provocó la muerte.
La historia de Kalleo movilizó a todo el estado de Santa Catarina . El Portal RBV siguió de cerca el caso y promovió acciones para apoyar a la familia, compuesta por trabajadores rurales.
Se realizaron varias campañas de recaudación de fondos para ayudar con los costos del tratamiento, el transporte y los medicamentos. La comunidad también contribuyó con oraciones, mensajes y gestos de cariño que marcaron la diferencia en la vida del niño.
Conmovido, el padre Felipe Pauletti agradeció a todos los que ayudaron durante el período de lucha:
“Afrontamos el cáncer con mucha fe y determinación. La medicina hizo todo lo posible. Pero la voluntad de Dios siempre prevalece. Él fue rápido, no sintió dolor. Simplemente se detuvo y se dejó llevar por Dios”.
La familia optó por el entierro en Correia Pinto, adonde la madre de Kalleo había trasladado los documentos. Todos los gastos, incluyendo el traslado, el funeral y los servicios, fueron cubiertos por los ayuntamientos involucrados, mediante un acuerdo con el SUS.
“Conseguimos todo lo que Kalleo necesitaba. No nos faltó de nada. Esto solo fue posible gracias a cada donación, abrazo, oración y gesto de apoyo. Ahora está en los brazos de Dios, y seguimos adelante con gratitud y fe” —añadió Felipe.
El caso de Kalleo causó gran conmoción y movilizó a personas de diferentes ciudades, destacando el poder de la solidaridad ante situaciones extremas.
La familia, ahora de luto, reconoce el apoyo recibido durante el tratamiento y destaca la importancia de la red de apoyo que permitió al niño tener una buena calidad de vida durante los meses que luchó contra la enfermedad.
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