Un menor de edad perdió la vida de manera inesperada en el departamento de Pocito, generando una profunda conmoción entre familiares, amigos y vecinos.
La víctima fue identificada como Lionel Ovejero, un niño de tan solo 10 años conocido cariñosamente como “Leo”, cuya muerte aún no tiene una causa confirmada.
Leo, como lo llamaban sus allegados, era un niño activo y querido en su comunidad. Durante el día anterior a su fallecimiento, había compartido momentos habituales con su familia y amigos, sin presentar síntomas de enfermedad.
Según testimonios de personas cercanas, había cenado, jugado y se había ido a dormir con total normalidad.
El hecho tuvo lugar en la madrugada del viernes 28 de junio de 2025, en una vivienda del departamento de Pocito, en la provincia de San Juan, Argentina.
El niño fue hallado sin signos vitales alrededor de las 7:00 de la mañana, cuando su hermano menor intentó despertarlo.
Según el relato proporcionado por fuentes oficiales, al notar que Leo no respondía, sus padres trataron de reanimarlo y lo trasladaron con urgencia al Centro de Salud René Favaloro.
Lamentablemente, los profesionales médicos confirmaron que el niño ya había fallecido al momento de su ingreso.
Las primeras pericias forenses no detectaron lesiones externas ni signos de violencia. Las autoridades sospechan que la causa del deceso habría sido natural, aunque el caso permanece bajo investigación.
La Unidad Fiscal de Delitos Especiales interviene en el expediente, y el cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial para la realización de una autopsia que permita establecer con exactitud qué provocó la muerte del menor.
Lo que más inquieta a la familia es que Leo no tenía antecedentes médicos ni enfermedades preexistentes conocidas.
La inesperada pérdida generó una ola de mensajes de afecto y despedida en redes sociales. Amigos y vecinos compartieron palabras de consuelo y tristeza. “Una vida por delante, un niño lleno de alegría… Qué dolor tan grande”, escribió una allegada.
Otro mensaje publicado en redes sociales expresó: “Hasta siempre, Leo querido. Cuida a mis hijos desde el cielo. Nunca te olvidaremos”.
La comunidad de Pocito permanece consternada mientras aguarda los resultados de la autopsia.
Las autoridades han asegurado que continuarán con las investigaciones pertinentes, aunque hasta el momento no se ha establecido la intervención de terceros ni circunstancias sospechosas.
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