Un trágico incidente conmocionó a la ciudad de Itumbiara, en el estado de Goiás, Brasil, donde un niño de tan solo 4 años falleció luego de ser atacado por un perro de la raza pitbull.
El lamentable suceso ocurrió durante la mañana del miércoles, cuando el menor se encontraba en su hogar en compañía de sus dos hermanos mayores, de 7 y 9 años, mientras su madre se ausentaba por motivos laborales.
La víctima fue identificada como el hijo menor de una mujer separada y madre de tres niños.
La progenitora, quien recientemente había alquilado una vivienda, asumió cargo temporalmente del pitbull, propiedad del anterior inquilino del inmueble.
Según las primeras declaraciones, el animal se mostraba manso y no había demostrado conductas agresivas previas, lo que llevó a la mujer a permitir su permanencia en la casa.
El ataque ocurrió cuando el niño se acercó al perro mientras este se encontraba comiendo. Esta interacción desencadenó una reacción violenta por parte del can, que atacó al menor de forma letal.
El hecho fue presenciado por los dos hermanos mayores. Al regresar al domicilio con el almuerzo, la madre descubrió la escena y, de inmediato, solicitó auxilio a los servicios de emergencia. No obstante, cuando llegaron los equipos de rescate y la policía militar, el niño ya había fallecido.
El delegado de la Policía Civil, Dr. Ricardo, informó que la madre fue arrestada en flagrancia por el delito de abandono de incapaz con resultado de muerte, tipificado en el Código Penal brasileño y sancionado con penas que oscilan entre 4 y 12 años de prisión.
Las autoridades consideraron que la mujer actuó con negligencia al dejar a tres menores sin supervisión, especialmente al convivir en el mismo espacio con un animal de gran puerta y fuerza.
Debido a la gravedad del delito imputado, no se concedió libertad bajo fianza en la delegación, y la acusada fue trasladada a una unidad de la policía penal.
Su situación legal será evaluada en una audiencia de custodia que tendrá lugar en las próximas horas, donde se determinará si la detención será mantenida, convertida en prisión preventiva, o si se le concederá libertad provisional.
En cuanto a posibles implicaciones legales para el propietario del pitbull, el delegado aclaró que no se configura responsabilidad penal objetiva en este caso.
Según explicó, el exinquilino no tenía ninguna relación directa con el abandono de los menores ni con la supervisión del animal al momento del ataque. Por tanto, no será procesado judicialmente.
El trágico episodio tuvo lugar en una residencia de la ciudad de Itumbiara (GO), durante el receso escolar, en una jornada en la que la madre se ausentó para trabajar y dejó a los tres niños solos en el domicilio.

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