Odannilia, recordó con profundo pesar el momento que cambió su vida

hace 1 mes

Odannilia, recordó con profundo pesar el momento que cambió su vida

Odannilia Díaz recordó con profundo pesar el momento que cambió su vida para siempre. Hace dos años, su hija Odrid, de apenas 7 años, dejó de vivir luego de ser atropellada por un vehículo que ingresó de manera imprudente a su casa, en el municipio de Haina, provincia San Cristóbal.

La niña jugaba tranquilamente en el patio de su vivienda cuando ocurrió el hecho. “Era un momento de alegría. Pero de forma imprudente, una persona se metió al patio manejando un vehículo, sin cuidado, sin conciencia. Confundió el freno con el acelerador. Y en un segundo, mi hija murió”, expresó entre lágrimas.

Odannilia relató que la situación ha sido devastadora para su familia, no solo por lo ocurrido ese febrero de 2023, sino por todo el proceso posterior. Según explicó, han tenido que enfrentar tratamientos psicológicos y psiquiátricos, así como una batalla legal que aún continúa. “No es fácil. Ni lo emocional, ni lo legal. Es una lucha diaria”, afirmó.

El impacto también alcanzó a otros miembros de su entorno cercano. “Mi sobrina, que estuvo allí, ahora vive con depresión. Nunca pensé ver algo así en un niño”, compartió.

A pesar del dolor, esta madre decidió contar su historia con la esperanza de generar conciencia. Hizo un llamado a la responsabilidad ciudadana, especialmente entre quienes manejan vehículos. “Tenemos que ser más empáticos y saber que no solamente son las armas de fuego. Una licencia en malas manos puede ocasionar lo que me ocasionó lamentablemente”, advirtió.

Odrid habría cumplido 10 años el 12 de agosto y estaría cursando el quinto grado. “Ese señor arruinó mi vida, la vida de mi familia”, expresó su madre.

La psicóloga Nadieska Núñez de Nova explicó que las secuelas psicológicas tras un hecho de tránsito pueden extenderse durante toda la vida. Compartió el caso de una mujer embarazada de 26 años que, tras un evento leve, desarrolló un trastorno de estrés postraumático que afectó su vida personal, laboral y familiar. Aunque no tuvo lesiones físicas, años después no podía conducir por túneles ni abordar un avión.

“El estrés postraumático, la ansiedad y la depresión son los tres trastornos más comunes tras vivir un accidente vial”, señaló la especialista. Además, indicó que muchas personas no identifican estos síntomas a tiempo, lo que puede llevar a consecuencias prolongadas en su salud mental.

Subrayó la necesidad de que el país cuente con más herramientas para ofrecer atención psicológica adecuada a las víctimas de incidentes viales y a sus familiares, con el fin de prevenir cargas emocionales que se conviertan en problemas crónicos.

Rosa Abreu, consultora de la Organización Panamericana de la Salud, también destacó la importancia de sensibilizar a la población sobre este tema.

Por su parte, Miguel Jiménez, presidente de la Fundación Movido, instó a la sociedad dominicana a participar activamente en la búsqueda de soluciones ante la alta incidencia de incidentes viales, los cuales cada año afectan a miles de personas, especialmente jóvenes. En su declaración, afirmó: “Normalmente siempre dicen que el problema es el Estado, pero hay muchísimas circunstancias y acontecimientos que no tienen que ver con el Estado”.

Jiménez detalló que más de 150,000 personas resultan lesionadas cada año en el país y que el 92 % de las víctimas son jóvenes entre 15 y 29 años. “No vamos a quedar sin jóvenes”, advirtió.

Además, señaló que el 60 % de las personas que se movilizan en el país no cuentan con seguro de vehículos, una realidad que complica aún más el panorama en casos de lesiones o pérdidas humanas.


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