La Vega, República Dominicana.- Los últimos pasos de Roldani Calderón se desvanecen entre tallotas, agua y silencio, mientras la comunidad aún sostiene la esperanza como única certeza.
Con un zapato en mano y un ladrido de fe, los equipos caninos iniciaron la búsqueda desde el mismo punto donde el niño fue visto por última vez. Los expertos en rastreo confirmaron que el calzado que llevaba antes de desaparecer fue la clave para iniciar el trabajo de los perros especializados en búsquedas humanas.
El menor se encontraba jugando descalzo, y ese rastro fresco fue el que guió la trayectoria inicial de los caninos.
El operativo se desplegó por todo el entorno agrícola, entre sembradíos y veredas rurales, en medio de un terreno irregular y cargado de humedad. Sin embargo, al llegar a la zona del río, el rastro se perdió abruptamente.
Según los expertos, cuando un perro llega a una corriente sin superficie firme donde seguir el olor, el rastro se diluye por completo.
Eso fue precisamente lo que ocurrió en este caso: el perro que lideraba la búsqueda llegó al cauce, olfateó intensamente, y allí terminó su rastreo.
Las condiciones naturales del terreno no permitieron que el seguimiento continuara más allá del agua. Esto deja abierta la posibilidad de que el niño haya cruzado o haya sido arrastrado por el río, aunque aún no hay confirmación oficial.
Las autoridades amplían el radio de búsqueda en zonas aledañas al afluente, y los organismos de rescate mantienen vigilancia constante aguas abajo.
La comunidad de La Vega se mantiene en vigilia, apoyando con oraciones, brigadas y esperanzas intactas. El drama de esta familia ha estremecido a toda la región, y cada paso de los rescatistas es acompañado por miradas que anhelan respuestas urgentes.
Los equipos técnicos han reiterado que los perros utilizados están altamente entrenados y han trabajado con eficiencia en múltiples casos similares.
Sin embargo, la naturaleza del entorno y las condiciones climáticas juegan un papel crucial que, en ocasiones, impiden alcanzar resultados inmediatos.
Hasta el momento, no se han encontrado pertenencias adicionales ni señales visibles que permitan establecer con certeza qué ocurrió con Roldani. La investigación sigue abierta y las brigadas permanecen activas, mientras los familiares del menor aguardan cada nuevo informe con el corazón en suspenso.
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