SANTO DOMINGO, RD.– Ana Luisa compartió con profunda tristeza el relato sobre los días de angustia vividos tras la desaparición de su hija, Ana Mercedes Polanco González, cuyo cuerpo fue hallado sin vida el pasado 4 de julio en las inmediaciones del Parque Mirador Norte.
La joven había estado desaparecida durante varios días, sin que su familia tuviera noticias sobre su paradero. La madre expresó que fue a través de una llamada que recibió la alerta sobre la desaparición de su hija. “Me llamaron para decirme que mi hija tenía una semana desaparecida y que no sabían nada de ella. El último estado que vi de mi hija fue el 1 de julio. Después de ahí no supe más nada”, narró con voz entrecortada.
Según su testimonio, fue una amiga de Ana Mercedes y una sobrina quienes primero notaron su ausencia y comunicaron la situación. La madre relató que, al ver una imagen reciente de su hija publicada como estado, sintió la necesidad de guardar esa fotografía. “Vi una foto en su estado y le tiré un ‘capture’. Desde ese momento, comenzó mi angustia”, recordó.
Desde entonces, comenzó una búsqueda marcada por la desesperación, hasta que se conoció el hallazgo del cuerpo en la zona del Parque Mirador Norte, en circunstancias aún no esclarecidas. La familia, visiblemente afectada, no ha recibido hasta el momento información completa sobre cómo se produjo el hecho.
El caso ha conmovido a quienes conocieron a Ana Mercedes Polanco González, mientras su familia exige que se esclarezcan los detalles relacionados con su desaparición y posterior hallazgo. Las autoridades aún no han ofrecido una versión oficial que detalle los resultados de las indagatorias o posibles avances en el proceso investigativo.
Ana Luisa se mantiene a la espera de respuestas y solicita justicia en nombre de su hija, al tiempo que continúa enfrentando el dolor de su pérdida. Por ahora, el caso sigue bajo evaluación por parte de los organismos competentes, sin que se hayan emitido nuevas informaciones públicas sobre lo ocurrido.
La familia permanece unida en medio de la tristeza, con la esperanza de que se aclare lo sucedido y se determine con precisión cómo ocurrieron los hechos.
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