Boston, Estados Unidos. Un suceso que conmocionó a la industria de la aviación y activó las alarmas de las autoridades de seguridad aérea ha llegado a su conclusión judicial: un ex asistente de vuelo fue condenado por esconder un teléfono móvil en el baño de un avión con el propósito de grabar de manera clandestina a pasajeras menores de edad.
Estes Carther Thompson III, quien trabajaba para American Airlines, abusó de su posición de confianza para alterar su entorno laboral con intenciones inapropiadas.
Durante un periodo de nueve meses, escondió su teléfono en la tapa del inodoro de un avión con la intención de grabar imágenes ilícitas de niñas y adolescentes que utilizaban el baño en pleno vuelo.
La situación fue revelada gracias a la denuncia de una joven de 14 años, quien se percató de la existencia del dispositivo mientras se encontraba en la cabina sanitaria.
Su declaración permitió iniciar una investigación que reveló grabaciones de al menos cuatro menores adicionales, cuyas edades variaban entre 7 y 14 años, que también fueron víctimas del mismo patrón de conducta del acusado.
La jueza federal Julia Kobik, responsable del caso en el distrito de Boston, no dudó en calificar los actos de Thompson como horrendos y enfatizó el impacto emocional duradero que estas acciones causaron en las jóvenes afectadas.
«Me robaron mi inocencia», afirmó en la audiencia, evidenciando el impacto que este tipo de delito provoca en las víctimas.
El imputado fue detenido en enero de 2024 y, además de los cargos por grabación no autorizada, se le sumaron acusaciones por posesión de material visual dañino para menores, lo que complicó aún más su situación legal. Durante el juicio, Thompson ofreció disculpas públicas, calificando su comportamiento como egoísta y malvado.
La condena fue de 18 años y medio de prisión, que deberá cumplir en un centro penitenciario en Carolina del Norte.
Asimismo, se le ordenó participar en un programa de rehabilitación psicológica obligatorio para delincuentes sexuales y estará bajo supervisión durante un periodo adicional de cinco años una vez que complete su condena.



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