Una mujer de 41 años fue asesinada a tiros la mañana del sábado 19 de julio en São Gonçalo do Pará, estado de Minas Gerais, Barsil, tras solicitar a los asistentes de una fiesta vecina que redujeran el volumen de la música.
La víctima, identificada como Patrícia Ferreira, murió en el lugar del hecho, en presencia de su hijo de 12 años.
Patrícia Ferreira era madre de siete hijos —seis biológicos y uno adoptivo— y trabajaba desde hace casi diez años en una fábrica de confecciones de la ciudad.
Compañeros de trabajo, vecinos y amigos la describen como una mujer solidaria, comprometida con su familia, generosa y siempre dispuesta a ayudar. La costurera Catarina Vieira, amiga cercana, expresó su dolor por la pérdida:
“Patrícia era como una hija para mí. Era una madre admirable, una profesional excepcional y una amiga en todo momento. Enfrentó muchas dificultades, pero nunca dejó de sonreír”.
El hecho tuvo lugar alrededor de las 6:00 de la mañana frente a una vivienda donde se celebraba una fiesta desde la noche anterior.
De acuerdo con el informe preliminar de la Policía Militar, Patrícia, afectada por el ruido excesivo, acudió al lugar en compañía de su hijo menor para pedir que bajaran la música.
En medio del reclamo, se produjo una discusión con dos mujeres asistentes al evento. La disputa escaló hasta los golpes.
Durante el altercado, un hombre salió del inmueble, extrajo un arma de fuego y apuntó directamente a Patrícia. Según testigos, ella le respondió:
“¿Me estás mostrando el arma? ¡Dispárame si eres hombre!”.
El individuo efectuó el disparo mortal y huyó del lugar antes de que llegaran las autoridades. La identidad del sospechoso aún no ha sido revelada y continúa prófugo.
El menor que acompañaba a la víctima intentó reanimarla hasta la llegada del equipo del SAMU, cuyos paramédicos solo pudieron certificar el fallecimiento.
El caso está siendo investigado por la Policía Civil, que trabaja en la recolección de pruebas y testimonios para identificar y detener al agresor.
El presidente del Sindicato de la Industria de la Confección de São Gonçalo do Pará, Márcio Aparecido Pereira, lamentó profundamente el asesinato:
“Era una trabajadora ejemplar, comprometida, honesta y de gran carácter. Fue una pérdida irreparable”.
Vecinos y conocidos también manifestaron su consternación por el trágico suceso. Catarina Vieira, notablemente afectada, añadió:
“Toda la ciudad quedó conmocionada ese sábado. Ver a mi amiga cubierta con una manta, tirada en la calle, fue algo que jamás imaginé presenciar”.
Los amigos de Patrícia afirman que su intención nunca fue provocar un enfrentamiento, sino simplemente buscar tranquilidad para ella y sus hijos, ya que el ruido constante durante toda la noche les impedía descansar.
“Solo quería silencio. Era una mujer trabajadora y necesitaba descansar. No buscaba pelea, solo respeto”, reiteró Catarina.
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