Una intensa jornada de lluvias el miércoles 31 de julio provocó serias inundaciones en varios sectores de la ciudad de Nueva York, llevando a la gobernadora Kathy Hochul y al alcalde Eric Adams a declarar el estado de emergencia. Las precipitaciones sorprendieron a la población y generaron acumulaciones de agua que dejaron vehículos atrapados y varias vías bloqueadas, especialmente en áreas sensibles como Queens.
Entre los puntos más afectados se encuentran Clearview Expressway y Cross Island Parkway, donde automóviles quedaron completamente cubiertos por el agua. Las autoridades ampliaron la medida a condados como El Bronx, Brooklyn, Manhattan, Staten Island, Queens, Nassau y Westchester, donde se estimó una probabilidad de hasta un 70% de inundaciones súbitas, según un comunicado oficial.
La alerta estará vigente desde las 3:00 p.m. del miércoles hasta las 8:00 a.m. del viernes 1 de agosto. Durante este periodo, se solicita a los ciudadanos evitar desplazamientos innecesarios y optar por el transporte público en caso de emergencia. En Nueva Jersey, también se declaró estado de emergencia por el riesgo de lluvias intensas, vientos fuertes y tormentas eléctricas que acompañaron el fenómeno.
Los cuerpos de emergencia en ambos estados se mantienen en alerta máxima para dar respuesta ante cualquier eventualidad. Esta tormenta se presentó justo después de una ola de calor prolongada, lo que sorprendió a los residentes que esperaban alivio con la llegada de la lluvia. Sin embargo, el resultado fueron inundaciones severas en un corto periodo de tiempo.
En algunos sectores de Queens, el agua alcanzó profundidades de hasta diez pies, dejando a varios conductores atrapados en sus vehículos. “Gente sentada sobre los autos, lluvias torrenciales… en una hora cayeron al menos tres pulgadas de agua”, describió un testigo a ABC News. La autopista Clearview fue reabierta a las 5:20 p.m., luego de completarse las operaciones de rescate y drenaje.
Hasta ahora no se han reportado víctimas, pero las imágenes de calles transformadas en ríos y autos sumergidos han generado preocupación entre la población. Lo que se esperaba fuera una jornada refrescante terminó por convertirse en una situación de riesgo en una de las ciudades más dinámicas del mundo.
El alcalde Adams informó que todas las agencias municipales están activadas para proteger tanto a la población como la infraestructura esencial, y reiteró la importancia de la colaboración ciudadana para reducir los peligros. Aunque los pronósticos no indican más lluvias en los próximos días, las autoridades insisten en que “la naturaleza es impredecible” y que el panorama puede cambiar rápidamente.
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