En San Francisco de Macorís, la reconocida educadora Elena, madre del dirigente magisterial y presidente de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en esta ciudad, Robert Frías, fue víctima de un hecho delictivo la tarde de ayer. La docente presentó formalmente una querella ante las autoridades policiales tras lo ocurrido.
Según su relato, dos personas la abordaron portando un objeto afilado y le ordenaron entregar su teléfono móvil. Ante esta situación, procedió a cumplir con la exigencia. La maestra manifestó sentirse profundamente indignada por este tipo de acciones que afectan la tranquilidad de la ciudadanía.
En sus declaraciones, destacó el trabajo realizado por la Policía Nacional, señalando que han iniciado de inmediato las diligencias para localizar a los responsables. La educadora afirmó que desde el primer momento las autoridades mostraron disposición para avanzar en la investigación y dar seguimiento al caso.
“Fueron unos individuos en una pasola. A punta de cuchillo me quitaron el celular. Sentí impotencia. Estaba hablando en ese momento con mi hijo que está fuera del país cuando sucedió el hecho”, expresó la afectada al ofrecer detalles sobre lo acontecido.
Agregó que el mando policial local se comunicó directamente con ella para reiterar su compromiso con las indagaciones. “El Coronel se ha puesto a la disposición y me dijo que están trabajando en el caso. Ellos no me dijeron nada, solo me arrebataron el celular y con el cuchillo me apuntaron. Más o menos logré distinguirlos”, afirmó la maestra al describir la secuencia de los hechos.
Este hecho se produjo en un contexto de tránsito habitual en la ciudad, en el que las motocicletas y pasolas son medios de transporte frecuentes. La víctima resaltó que en ese momento se encontraba en comunicación telefónica con un familiar residente en el extranjero, lo que acentuó la sorpresa por la rapidez con la que se desarrolló la situación.
Las autoridades policiales han indicado que se mantienen realizando las investigaciones de rigor. Entre las acciones dispuestas, se contemplan labores de seguimiento y localización para identificar plenamente a las personas implicadas. La educadora confía en que el proceso pueda avanzar con rapidez y se puedan esclarecer las circunstancias que rodearon este hecho registrado en San Francisco de Macorís.
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