Estados Unidos, Nueva York.– La comunidad latina en la ciudad de Nueva York expresó profunda consternación tras confirmarse la pérdida de la influencer y bailarina dominicana Ariela, conocida en redes sociales como “La Langosta”. La joven era reconocida por su participación en escenarios nocturnos y por la cercanía que mantenía con el público en distintos espacios sociales.
Según el reporte oficial, su cuerpo fue hallado a las 8:00 de la mañana del domingo 17 de agosto en un tramo de la autopista Conti Parkway, salida 7, en la zona de Westchester, con impactos de proyectil. Junto al lugar permanecía estacionado su vehículo, situación que llamó la atención de las autoridades encargadas de la investigación.
Hasta el momento, la Policía no ha informado si existe alguna persona detenida ni ha ofrecido detalles sobre si Ariela estaba acompañada al momento del hecho. El caso sigue bajo pesquisa, mientras familiares, amigos y seguidores esperan mayor claridad sobre las circunstancias que rodearon lo sucedido.
En el sector de Alto Manhattan, allegados y compañeros de trabajo levantaron un altar improvisado frente al club Opus Lounge, lugar donde Ariela laboraba con frecuencia. Allí, entre velas y flores, la describieron como una mujer trabajadora, seria y respetuosa, que combinaba su labor como bailarina con funciones de camarera.
Vecinos y conocidos resaltaron que era común verla en el barrio realizando actividades cotidianas, habitualmente acompañada de su esposo y disfrutando del aprecio de la comunidad. Su presencia en las calles del vecindario reflejaba la cercanía que mantenía con quienes compartían día a día en su entorno.
Un colega de Ariela mencionó que ese mismo día tenía previsto viajar a Puerto Rico, en compañía de un grupo de amigas, para asistir al concierto del artista urbano Bad Bunny. Antes de dirigirse al aeropuerto, pasó por la vivienda de su pareja con el propósito de recoger una maleta.
De acuerdo con allegados, Ariela residía en New Jersey junto a sus dos hijas, quienes dependían de ella. Su papel como madre y su constante esfuerzo laboral formaban parte esencial de su vida, lo que aumentó el impacto de la noticia en su círculo cercano.
El hecho, aún bajo investigación, mantiene en expectativa a la comunidad dominicana en Nueva York y a sus seguidores en redes sociales, donde acumulaba miles de simpatizantes. Ariela es recordada como una figura carismática, de trato amable, con un estilo único en el baile y una relación cercana con quienes compartieron experiencias personales y laborales junto a ella.
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