Caracas.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, compartió en sus redes sociales el encuentro que tuvo en el Palacio de Miraflores con el político dominicano Miguel Mejía, conocido popularmente como “Miguelón”.
En el mensaje que publicó, el mandatario resaltó que el visitante trajo consigo la bendición de la Virgen de la Altagracia desde la República Dominicana, y enfatizó que ambos pueblos caribeños están comprometidos con una paz auténtica y duradera.
El encuentro, acompañado de un video oficial, fue presentado como un acto de cercanía cultural y política. En sus declaraciones, Maduro expresó: “Bienvenido a esta también tu Patria. Juntos, los pueblos del Caribe, reafirmamos nuestro compromiso con una Paz que es genuina y duradera”.
Con esto, el presidente venezolano intentó destacar la dimensión espiritual y simbólica del gesto, relacionando la visita con tradiciones religiosas y con la noción de unidad regional.
La figura de Miguel Mejía ha estado en el centro de atención en los últimos meses debido a eventos políticos significativos. En enero de este año, fue destituido por el gobierno de Luis Abinader, donde se desempeñaba como ministro sin cartera para Políticas de Integración Regional.
Esta decisión se tomó después de que Mejía manifestara su desacuerdo con la posición oficial de la República Dominicana sobre Venezuela, tras el apoyo que Abinader brindó al excandidato presidencial opositor Edmundo González.
Desde ese momento, Mejía ha sostenido posturas afines al gobierno de Caracas, expresando abiertamente su deseo de reforzar la relación con la administración de Maduro.
En el ámbito político de la República Dominicana, su persona ha generado controversia debido a sus conexiones con gobiernos de la región que se alinean con ideologías de izquierda, tales como Cuba, Venezuela y Nicaragua.
A lo largo de su carrera, ha promovido un modelo de integración regional basado en principios ideológicos progresistas, lo que ha suscitado preocupaciones en ciertos sectores políticos y económicos de la República Dominicana, quienes piensan que dichas alianzas no siempre coinciden con los intereses institucionales del país.
La recepción en Miraflores marca un nuevo capítulo en su relación con Venezuela, nación con la que Mejía tiene vínculos históricos y afinidades políticas. Este evento fue presentado no solo como un encuentro diplomático, sino también como un gesto simbólico de unión cultural y espiritual entre ambas naciones caribeñas.
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