El caso de Pamela en el Bronx

hace 3 semanas

El caso de Pamela en el Bronx

En seguimiento al caso que ha conmovido profundamente a la comunidad dominicana del Bronx, se han confirmado nuevos detalles sobre las circunstancias que rodearon la pérdida de la joven madre. Familiares y vecinos del sector La Yaguita de Pastor en República Dominicana han expresado su consternación y pesar tras conocer que Paola Almonte, de 32 años de edad, dejó de existir la noche del sábado frente a un establecimiento comercial en Nueva York.

De acuerdo con versiones proporcionadas por sus familiares directos, Paola perdió la existencia mientras intentaba mediar en una discusión entre su expareja sentimental y otro hombre. En ese momento crítico, uno de los involucrados arremitió contra ella con un objeto afilado, ocasionándole seis lesiones que resultaron en su fatal desenlace. Los familiares confirmaron que la joven intentaba intervenir para detener el altercado cuando fue perjudicada físicamente de manera letal.

Residentes del sector La Yaguita de Pastor manifestaron su incredulidad ante lo ocurrido. “Era una niña de bien, todo el mundo la queríamos. Su mamá, su papá han sido gente de importancia, gente de bien con los pobres, con todo el mundo“, expresó una vecina visiblemente afectada. Los testimonios coinciden en describir a Paola como una persona ejemplar de quien nadie podía decir algo negativo, ni en su comunidad de origen ni en el lugar donde residía.

El dolor por la pérdida se ha extendido por toda la comunidad dominicana en ambos países. “Todos la estamos sufriendo, yo no dormía noche pensando en la comunidad, pensar en su niño, pensar en su familia“, compartió otro vecino con la voz entrecortada por la emoción. La forma en que ocurrió el fatal desenlace ha impactado profundamente a quienes la conocieron, generando un sentimiento colectivo de tristeza y desconcierto.

Los familiares confirmaron que Paola deja tres hijos: dos varones y una hembra. Dos de ellos residen en República Dominicana, mientras que una de las niñas vive en Estados Unidos bajo el cuidado de una tía. La separación geográfica de la familia agrega mayor tragedia a la situación, especialmente considerando que Paola había emigrado precisamente para brindarles un futuro mejor a sus descendientes.

Sobre las circunstancias específicas del incidente, un residente familiarizado con el área indicó: “Yo sé dónde pasó la tragedia allá, yo he tocado ahí en ese negocio. El negocio no es peligroso, es un ambiente familiar, pero parece que ella andaba con ese muchacho y tenía problemas con otra persona“. Este testimonio sugiere que el incidente no estuvo relacionado con la naturaleza del establecimiento, sino con situaciones personales entre los involucrados.

Un miembro de la comunidad perteneciente a instituciones de seguridad en Nueva York enfatizó la necesidad de acción inmediata: “Las autoridades de los Estados Unidos tienen que actuar rápidamente con lo que le pasó a esa muchacha. Los responsables tienen que estar en la justicia. No queremos deportación, lo que queremos es arresto, arresto a treinta años, cuarenta años“. Esta declaración refleja el clamor comunitario por justicia efectiva y el rechazo a soluciones que no impliquen responsabilidad penal completa.

Particularmente preocupante para la comunidad es el hecho de que, según testimonios, aproximadamente diez personas estaban presentes en el momento del incidente. “Tiene que ser algo personal ya, porque al que le den seis lesiones con objeto afilado o pase ya de una, ya eso tiene que ser algo fuerte para que pueda suceder así“, reflexionó un familiar, cuestionando cómo fue posible que nadie pudiera detener la acción violenta. Los residentes exigen que todos los presentes que no intervinieron también enfrenten consecuencias legales por su falta de acción.

La pérdida de Paola Almonte ha dejado una marca imborrable en ambas comunidades que la consideraban parte integral de su tejido social. Su historia representa el sacrificio de muchos migrantes que dejan su tierra natal buscando mejores oportunidades para sus familias, y cuyas vidas quedan truncadas de manera inesperada. Los familiares, amigos y vecinos tanto en El Bronx como en La Yaguita de Pastor continúan organizando vigilias, recolectando firmas y exigiendo que las autoridades estadounidenses esclarezcan completamente los hechos y lleven a los responsables ante la justicia.

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