Yenny Hilario expresó profundo alivio al escuchar la decisión judicial contra Ammy Hiraldo durante un proceso relacionado con su hija registrado previamente.
La madre recordó un abrazo significativo compartido antes del suceso, mencionando que ese gesto volvió intensamente a su memoria al conocerse la resolución emitida públicamente.
Explicó que aquella mañana existió un momento tenso entre ambas, aunque posteriormente su hija buscó reconciliación mediante un acercamiento emotivo que hoy interpreta con sensibilidad renovada.
Hilario afirmó que sintió nuevamente aquel abrazo al escuchar la decisión final, asegurando que percibió un llamado simbólico asociado a una búsqueda de equilibrio emocional.
Comentó que ninguna resolución institucional revertirá la pérdida, aunque considera que este paso jurídico aporta tranquilidad básica después de un periodo prolongado cargado de tensiones evidentes.
Destacó su agradecimiento hacia familiares, personas cercanas y la defensora Rebeca Enrique, indicando que ese acompañamiento representó un soporte determinante durante cada etapa emocional del proceso.
Mencionó que cada lágrima expresada ahora adquiere un significado distinto, pues siente que finalmente puede manifestar su dolor con serenidad suficiente para continuar avanzando responsablemente.
Indicó que la resolución obliga a Ammy Hiraldo a enfrentar consecuencias vinculadas al suceso, conforme estableció el tribunal mediante valoración detallada de los elementos presentados formalmente.
Añadió que, en su perspectiva, la implicada nunca aclaró si existieron otras personas involucradas, señalando que ese silencio fue considerado por las autoridades durante el análisis correspondiente.
Sostuvo que experimentó temblores al escuchar los detalles finales, impulsada por la carga emocional acumulada durante meses en los cuales mantuvo firme su determinación personal.
Respondió que jamás consideró detenerse ante la fatiga, manifestando que su compromiso adquirido tras años de crianza le exigía sostener cada paso sin vacilaciones constantes.
Relató que enfrentó momentos difíciles durante sus viajes hacia Santiago, incluyendo señales de riesgo que interpretó como intentos de reducir su determinación pública sobre el proceso.
Explicó que esos episodios reforzaron su convicción, asegurando que encontró respaldo espiritual que le permitió mantener estabilidad emocional cuando las tensiones parecían superar sus capacidades disponibles.
Comentó que, según su apreciación, el fallo reflejó sensibilidad institucional aplicando cada elemento evaluado durante una investigación considerada compleja por la multiplicidad de componentes procesados.
Subrayó que, aunque persisten interrogantes, la resolución representa un cierre jurídico que permitirá a su familia continuar enfrentando etapas posteriores vinculadas al duelo emocional acumulado.
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